La negociación es una habilidad esencial para tener éxito en el trabajo.
Ya sea que negocie con clientes, proveedores o colegas, su capacidad para
negociar de manera efectiva es vital para el éxito de su organización.
Thomas Mussweiler, profesor de comportamiento organizacional en la Escuela
de Negocios de Londres, sugiere siete claves para una negociación exitosa:
1. No juegue “rudo”
Tenga cuidado con el uso de amenazas y tácticas duras. Esas cosas podrían
funcionar en negociaciones muy simples: cuando hace una compra casual en la calle o
cuando compra un auto de segunda mano, estas tácticas podrían ayudar. Pero
cuando la negociación es más compleja, estas tácticas se vuelven
contraproducentes.
Muchas veces los negociadores tienden a usar mucha autoridad. Esta puede
ser una herramienta poderosa para influir en los demás, pero no promueve el
pensamiento creativo. Para una negociación exitosa, su oponente debe pensar creativamente
con usted para lograr resultados mutuamente beneficiosos. Trabajar sobre la
base de la autoridad puede obstaculizar esa creatividad.
2. Haga la primera oferta
Parece racional contenerse y obtener primero tanta información como sea
posible antes de hacer una oferta. Pero hacer la primera oferta tiene un efecto
poderoso; se basa en una de las influencias más fuertes en el juicio humano, conocido
como “el efecto de anclaje”: Una vez que
tenemos un número en nuestra mente, nuestros juicios se construyen
automáticamente alrededor de ese número. La oferta inicial influye en la
contraoferta y, por lo tanto, en todo el proceso de la negociación.
En su investigación, Mussweiler manipuló esta variable, pidiendo alternativamente
al comprador o vendedor hacer la primera oferta. Al final encontró que la
ventaja de hacer la primera oferta era tan fuerte que, en algunos casos, el
negociador mas inexperto del grupo obtuvo mejores resultados comparado con el
negociador más hábil del grupo.
3. Apele a las emociones
La mente humana basa sus decisiones y juicios en la información que es
accesible y está disponible. Por lo tanto, cuanto más pueda hacer que
determinada información sea emocionalmente relevante, mayor será su peso. Los
negociadores inexpertos piensan que se trata solo de números, pero lo que
influye más en las decisiones en muchos casos es la información que se describe
de una manera vívida.
Por ejemplo, en una negociación sindical sobre recortes y/o aumentos de
sueldo, una opción es simplemente hablar de los porcentajes, pero también
podría describirse lo que esto significa para las familias involucradas. La
idea es resaltar el significado de esos números en términos de bienestar, capacidad
de compra, acceso a servicios, etc.
4. Investigue el punto de vista de su oponente
Lo más importante en cualquier negociación es estar bien preparado. A menudo los negociadores están demasiado
centrados en sus propios objetivos. Solo piensan en su propia posición y sus
propios intereses, no intentan tomar la perspectiva de la otra parte. Trate de
imaginar y entender alternativas de su oponente.
Dedique tiempo para obtener y analizar información antes de iniciar la negociación.
Cuando los negociadores no están suficientemente preparados y no tienen información
relevante acerca del caso, existe el riesgo de actuar en base a suposiciones o
mas aun tergiversar la información o incluso los hechos lo que puede provocar
tensiones innecesarias o actitudes negativas en ambas partes.
5. Visualice la negociación como un proceso creativo más que competitivo
Los negociadores inexpertos a menudo ven las negociaciones como una
competencia, una pelea con el oponente. De hecho, cuanto más complejas se
vuelven las negociaciones, más productivo es verlo como una tarea conjunta de
resolución de problemas. Busque que la otra persona trabaje con usted, la idea no
es simplemente “dividir la torta”, sino hacerla crecer de modo que las partes
obtengan una “mejor” tajada.
Las negociaciones complejas implican una multitud de dimensiones
diferentes que no tienen el mismo valor para las partes. Tomemos el ejemplo de
una negociación de trabajo: puede ser que el salario sea más importante para el
solicitante que para la organización; tal vez la disposición para viajar
frecuentemente sea más importante para la empresa, pero no para el solicitante.
Es importante averiguar cuáles son los pesos de cada factor en ambos
lados de la escala para que se pueda entablar una conversación abierta para la resolución
de creativa de las diferencias. El objetivo sigue siendo maximizar sus propios
resultados, pero eso es más fácil si la “tajada” es más grande para ambos.
6. Promueva un ambiente de confianza
Cuando la negociación deriva inevitablemente en una situación de presión
extrema, preséntese con mucha confianza y asegúrese de que su oferta sea creíble.
Trate de ser realista. Es importante crear una atmósfera de confianza en la que
información de ambos lados pueda ser compartida. Para lograr eso, es útil compartir
información que pueda ser útil para la otra parte, como un mecanismo para
construir confianza. En el ámbito de las relaciones sociales, las personas se guían
por la ley de reciprocidad. Esto es, si comparte información relevante, es
mucho más probable que el oponente responda con reciprocidad.
Una negociación siempre es más fácil si se desarrolla en un entorno de
mutua confianza. En este sentido, no dude en dar el primer paso.
7. Sepa cuándo terminar una negociación
Algunas veces, ningún acuerdo es el mejor resultado. No se trata de
encontrar siempre un acuerdo. A veces una buena alternativa es terminar la negociación
o al menos postergarla, este es el plan “B” Cuando las opciones no son
atractivas para las partes es mejor dar por concluido la negociación.
A menudo resulta difícil aceptar que las alternativas están agotadas y
que no existe posibilidad de acuerdo, al menos inmediatamente. Un buen
negociador visualiza claramente sus objetivos de negociación y sabe hasta dónde
puede ceder sin afectar substancialmente los resultados esperados.
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