Las responsabilidades en el trabajo a menudo obstaculizan nuestra
capacidad de aprendizaje. Estamos más enfocados en mostrar niveles consistentes
de alto rendimiento concentrando nuestras energías en lograr buenos resultados
en lugar de ampliar nuestros conocimientos y habilidades.
Mas que promover una cultura de aprendizaje, la mayoría de las
organizaciones se obsesionan con los resultados inmediatos. Así, la exigencia
de niveles cada vez más altos de eficiencia y rendimiento se convierte en la
mayor barrera para el aprendizaje continuo. Tomas Chamorro-Premuzic, profesor
de psicología empresarial en la Universidad de Columbia, sugiere cuatro pasos
para superar este desafío:
1. Busque una organización que promueva el aprendizaje
La mayoría de las personas no incluyen el "potencial de
aprendizaje" como uno de los criterios clave cuando eligen su trabajo,
pero deberían hacerlo. De hecho, nuestra propensión a aprender está fuertemente
influenciada por el tipo de trabajo, carrera y organización. Por ejemplo, investigaciones
recientes han demostrado que el ambiente físico del entorno laboral juega un
papel importante en el desarrollo de nuestra disposición para trabajar y
aprender. Empresas como Facebook, Google y Unilever, entre otros, han combinado
con éxito el diseño del ambiente físico con una cultura organizacional que
promueve la curiosidad de los empleados recompensando el aprendizaje formal e
informal.
Según Chamorro-Premizic, para crear una cultura de aprendizaje, las
organizaciones deben valorar el bienestar emocional de los empleados, la diversidad,
la apertura a nuevas ideas y la reflexión permanente en todos los niveles de
organizaciones. Aunque los beneficios de una cultura de aprendizaje en el largo
plazo son indudables, los resultados en el corto plazo pueden ser poco alentadores.
2. Dedique tiempo para aprender.
Una de las mayores barreras para el aprendizaje es el tiempo,
particularmente cuando las personas están concentradas en mejorar sus niveles
de desempeño. Una buena estrategia es crear una agenda personal de aprendizaje con
metas especificas en el corto y mediano plazo. Esto supone una actitud
proactiva respecto a sus necesidades de aprendizaje reservando tiempos específicos
para aprender.
En un mercado laboral cada vez mas exigente, es esencial desarrollar capacidades
de adaptación basado en el aprendizaje continuo, el crecimiento y desarrollo
profesional. Por otro lado, si partimos del hecho de que no todas las personas
tienen las mismas necesidades ni inquietudes ni aprenden de la misma forma, es
importante construir su propio entorno personal de aprendizaje; esto es, una agenda
de educación continua con contenidos, metodologías y plazos adecuados a sus
necesidades específicas.
3. Concéntrese en sus debilidades más que sus fortalezas
Aunque es conveniente elegir trabajos que se ajusten a nuestras
fortalezas, solo podemos desarrollar nuevas fortalezas si trabajamos en
nuestras debilidades. De este modo, si desea adquirir nuevas habilidades o
desarrollar nuevos conocimientos, inevitablemente tendrá que concentrarse en lo
que no sabe en lugar de lo que sabe.
A menudo, adquirir nuevos conocimientos o desarrollar nuevas
habilidades, supone aprovechar algunas capacidades existentes. Sin embargo, aprender
nuevas habilidades partiendo de nuestras propias deficiencias puede ser un
proceso frustrante al inicio; pero, a medida que se adquieren nuevas destrezas
y conocimientos que expanden el rango de fortalezas, la experiencia de
aprendizaje se convierte en un hábito cotidiano.
4. Aprenda de los demás.
Con demasiada frecuencia relacionamos el aprendizaje con la capacitación
o la educación formal; sin embargo, algunas de las mayores oportunidades de
aprendizaje en el ámbito laboral son esencialmente prácticas y espontáneas. En
este punto, considere aprender de otros: subordinados, colegas, jefes y/o
mentores, por ejemplo. Mientras que el aprendizaje formal se concentra en
contenidos específicos, el aprendizaje espontaneo promueve la formación de nuevos
hábitos y prácticas de trabajo.
Chamorro-Premizic, sostiene que la mayoría de los problemas en el
trabajo están mal definidos en lugar de estar “bien estructurados”, por lo que
no tienen una solución objetivamente correcta. Esto requiere de un aprendizaje
adaptativo en lugar de uno estrictamente técnico. Es decir, la disposición para
buscar los comentarios adecuados y ser receptivo a las sugerencias de los
demás, incluso las críticas.
La mayoría de nosotros estamos tan ocupados tratando de demostrar
competencia que nos olvidamos aprender y percibimos que pedir sugerencias es
una señal de debilidad. En este punto, quizá el primer paso para aprender de
los demás, es aprender algo acerca de nosotros mismos, por ejemplo: ¿cómo nos perciben
los demás? Responder esta pregunta puede ayudar a identificar vacíos, así como áreas de aprendizaje futuras.
Finalmente, es importante que el aprendizaje nunca se detenga.
Independientemente de sus logros pasados y su nivel actual de experiencia, su
futuro depende de su capacidad para seguir aprendiendo.