jueves, 24 de mayo de 2018

EL PODER DE LAS PREGUNTAS


Profesionales tales como abogados, periodistas, psicólogos y médicos, son específicamente entrenados para hacer preguntas como parte esencial de su capacitación. Sin embargo, muy pocos ejecutivos piensan que el simple hecho de "preguntar mas" puede hacer que las conversaciones sean más productivas.
En efecto, preguntar es una herramienta poderosa para incrementar el valor en las organizaciones: estimula el aprendizaje y el intercambio de ideas, promueve la innovación y la eficiencia, crea una buena relación y confianza entre los miembros del equipo. Ayuda a evaluar los riesgos e incluso prevenir catástrofes.
Alison Wood Brooks y Leslie K. John, de la Universidad de Harvard, sostienen que al hacer preguntas, naturalmente mejoramos nuestra inteligencia emocional, lo cual, a su vez, nos hace mejores conversadores: un círculo virtuoso. Si esto es verdad, ¿por qué muchos de nosotros no preguntamos mas? 
Hay muchas razones para esto. Algunas personas pueden ser egocéntricas, y están ansiosas por impresionar a los demás. Algunos son apáticos, simplemente no están interesados en preguntar o temen aburrirse con las respuestas que escuchan. Otros confían demasiado en su propio conocimiento y piensan que ya conocen todas las respuestas. Muchos simplemente no preguntan por miedo al ridículo o ser considerado ignorante o incompetente. Sin embargo, según Wood Brooks y John, la mayoría de la gente simplemente no pregunta porque ignora sus beneficios prácticos.
Sí, hacer preguntas promueve el aprendizaje y mejora la relación interpersonal. Por ejemplo, una investigación en la Universidad de Harvard analizo miles de conversaciones naturales. Después se pidió a un grupo de personas que hicieran al menos nueve preguntas en 15 minutos mientras que a otro grupo  no más de cuatro preguntas. Las personas que fueron asignadas para hacer más preguntas causaron mejor impresión y fueron catalogados como personas interesantes y buenos conversadores.
Otra investigación en la Escuela de Negocios de Londres, encontró que durante las entrevistas de trabajo, los entrevistados se centran demasiado en promocionarse a si mismos, y muy a menudo se olvidan de hacer preguntas -acerca del entrevistador, la organización, el trabajo- que los haría ver más comprometidos y más aptos para el trabajo.
La mayoría de las personas no comprenden que hacer preguntas mejora la comunicación y las relaciones interpersonales. Estudios han demostrado que el tipo y numero de preguntas influye no solo en la calidad de las conversaciones sino también en la impresión que tienen las personas de sus interlocutores.



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