La
innovación ya no es más una opción para las organizaciones. Ante las presiones
constantes de la competencia, la globalización de los mercados y un ritmo cada
vez más acelerado de cambios, todas las organizaciones necesitan construir
culturas que promuevan la innovación. Sin embargo, ¿qué se necesita para
desarrollar la capacidad de innovación dentro las organizaciones y cómo los
líderes pueden promover las condiciones adecuadas para desarrollar la innovación?
Polina Makievsky, experta en gestión del cambio y liderazgo, describe seis principios
para desarrollar capacidades de innovación dentro de las organizaciones:
1. Haga a
todos responsables de la innovación
Cargar solo
a la alta gerencia con la responsabilidad de innovar crea una presión innecesaria
en pocos individuos, en comparación con una cultura organizacional donde cada
miembro participa activamente en la solución
de problemas, independientemente de su nivel jerárquico y/o área funcional. En
una cultura organizacional donde se asume que todos pueden contribuir en la solución
de problemas, en base a su experiencia y conocimiento, los empleados se identifican con la organización y se sienten responsables en la solución de problemas.
Diversas
investigaciones han demostrado que la innovación es más probable que ocurra y
se origine en los niveles operativos de la organización, con las personas que
tienen contacto directo con los clientes.
De este
modo, cuando las organizaciones buscan involucrar a personas que tienen información
de primera mano y conocimiento directo de los sistemas que buscan mejorar, por
lo general encuentran las mejores soluciones y en periodos más cortos en comparación
con las organizaciones tradicionales donde la solución de problemas es
responsabilidad de los niveles ejecutivos.
2. Mantenga
al usuario o cliente final en el centro de todo lo que hace
Si bien la
mayoría de las organizaciones tiene la intención de ofrecer los mejores
productos y servicios para sus clientes, su enfoque a menudo es impulsado por
sus propias creencias, modelos mentales e ideas sobre lo que las personas
necesitan y cómo se comportan. Si bien es natural mirar el mundo a través de una
perspectiva particular, en la practica cuando las organizaciones se enfocan
demasiado en sus propias creencias, desarrollan soluciones a la medida de las necesidades
de la organización mas que el de los clientes o usuarios finales.
Probablemente
uno de los desafíos más importantes para las organizaciones es desarrollar una autentica
empatía con el cliente. Esto implica un acercamiento constante y una observación
sistemática de los consumidores en la perspectiva de encontrar soluciones
viables y sostenibles a los problemas reales del mercado.
3. Trabaje en
base a resultados esperados en lugar de problemas
La identificación
de problemas es importante, pero no debe ser el centro de atención para
identificar soluciones. Para desarrollar la capacidad de innovación y motivar a
los empleados, es importante definir resultados esperados para cada esfuerzo de
innovación. Para cada iniciativa de "innovación" o resolución de
problemas, las organizaciones deben crear una declaración de aspiraciones que
exprese claramente a quién está dirigido y qué cambio de comportamiento se está
buscando alcanzar.
Al estudiar un problema, las organizaciones suelen enfocarse demasiado
en lo que no funciona (problemas), pero cuando definen la solución deseada
(resultados esperados), pueden buscar y estudiar el entorno y aprender de
ejemplos similares donde las cosas funcionan bien, identificando los factores críticos
de éxito.
4. No trate de tragarse la ballena de un solo bocado
La gente a menudo piensa que la innovación tiene que ser una idea
grande, nueva y emocionante. Puede ser, pero no necesariamente tiene que ser
así. Un comentario frecuente es "Pero estas ideas no son realmente grandes
ideas. Parecen cosas que deberíamos estar haciendo ". Si la innovación suena
como algo obvio que se supone que debería estar haciéndose, probablemente es
buena idea comenzar ahí.
La innovación rara vez es un momento mágico de "eureka”. Al
contrario, a menudo es un proceso iterativo de análisis y solución de
problemas, a menudo muy pequeños. En lugar de tratar de comerse la ballena de
un solo bocado, las organizaciones deben concentrarse en resolver pequeños desafíos
incrementales. La práctica de resolver problemas en pequeña escala es muy valiosa
porque desarrolla las habilidades y la confianza para abordar desafíos más
grandes y complejos. De esta manera, las organizaciones pueden dividir desafíos
muy complejos en partes manejables con riesgos relativamente bajos.
5. Explore las formas no convencionales de hacer las cosas
Es muy difícil generar soluciones únicas cuando el proceso de ideación
se centra en la practicidad. Pero cuando las organizaciones invitan a las
personas a explorar ideas raras, equivocadas o poco ortodoxas, existe una buena
posibilidad de que generen soluciones únicas que, con el tiempo, puedan ser
prácticas.
Las organizaciones exitosas generan nuevas ideas sobre la base de preguntas
que invitan a las personas a considerar las posibilidades de abordar los
desafíos de maneras novedosas. Por ejemplo, invitar a las personas a considerar
cómo serían los resultados si la organización hiciera exactamente lo opuesto de
lo que se espera, es el camino más rápido para descubrir ideas creativas "listas
para usar".
6. Ponga a prueba sus ideas antes de implementarlas
Tal vez porque los recursos son limitados, las organizaciones tienden a enfocarse
demasiado en la solución e implementación de una única solución
"correcta". Esto es problemático porque apresurarse por encontrar una
solución singular y práctica les hace ignorar el proceso previo del proceso
creativo: el de la generación y prueba de ideas.
Los innovadores no se apresuran en la implementación de la solución al
problema sin antes someter sus ideas a múltiples pruebas para descubrir su
potencial y sobre todo sus riesgos. La prueba de las ideas en pequeña escala permite
perfeccionar las soluciones al problema, no requiere un gran presupuesto y minimiza
el riesgo de fracaso a gran escala.
La innovación no tiene por qué ser sofisticada o espectacular, pero requiere
que las organizaciones abandonen algunos principios tradicionales sobre como liderar
a las personas y administrar las organizaciones en un mercado cada vez más
competitivo.