domingo, 20 de abril de 2025

Factor Suerte: Cómo los Emprendedores Exitosos Atraen Suerte

El éxito en los negocios a menudo parece una combinación de trabajo duro, sincronización y un producto de calidad con demanda en el mercado. ¿Y la suerte? Por lo general, textos y material de entrenamiento sobre emprendimientos ponen la “suerte” fuera de la fórmula. Pero que ¿si la suerte es parte de la fórmula del éxito? Aún más, que ¿si la suerte es algo que no está completamente fuera de tu control?

El psicólogo Richard Wiseman, en su libro The Luck Factor (El Factor Suerte), desafía la idea tradicional de que la suerte es puramente aleatoria. Después de años de investigación científica, descubrió que las personas “afortunadas” comparten ciertos hábitos y actitudes. ¿La buena noticia? Cualquier persona puede adoptarlos. “Las personas con suerte generan su propia buena fortuna a través de cuatro principios básicos”, afirma Wiseman. Ya sea que estés lanzando un startup, construyendo una marca personal o liderando una empresa en crecimiento, aprender a cultivar la suerte puede ser una de tus estrategias empresariales más poderosas.

El contexto de la Investigación de Wiseman - Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido), llevó a cabo uno de los estudios más completos sobre la suerte jamás realizados. Durante una década, entrevistó y dio seguimiento a cientos de personas que se identificaban como “afortunadas” o “desafortunadas”. Utilizando pruebas psicológicas, experimentos sociales y seguimiento individual, identificó patrones de comportamiento y mentalidad que marcan una gran diferencia. Lo que descubrió es revelador: las personas afortunadas no dependen del azar, sino que aplican estrategias psicológicas específicas para detectar oportunidades, recuperarse del fracaso y atraer resultados positivos.

Para emprendedores y líderes empresariales, estos hallazgos son por demás relevantes. En un mundo donde la toma de decisiones bajo incertidumbre es la norma, los cuatro principios de Wiseman pueden ayudarte a pensar y actuar de manera que el éxito sea más probable. Acá están los cuatro principios para tener la suerte de tu lado:

1. Maximiza las oportunidades inesperadas - Las personas con suerte constantemente se colocan en nuevas situaciones. Prueban cosas nuevas, conocen a nuevas personas y rompen con la rutina. Dicen “sí” más a menudo, lo que las lleva a oportunidades inesperadas. No se limitan a seguir un plan rígido: permanecen abiertas a lo que pueda surgir. En la práctica de los negocios, esto podría traducirse como asistir a un evento no planeado, contactar a alguien a través de medios sociales o aceptar un proyecto desconocido pero interesante. Wiseman encontró que cuando las personas exploran situaciones más allá de su zona de confort, encuentran más oportunidades.

Por ejemplo, una emprendedora con una tienda de ropa en línea podría decidir asistir no solo a exposiciones de moda, sino también a encuentros sobre tecnología, marketing digital, logística de distribución o incluso eventos de beneficencia. En uno de esos eventos, bien podría conocer a alguien que, más adelante, podría ser de ayuda para su negocio. Ese encuentro casual no ocurriría  si se quedara en su zona de confort (solo eventos de moda).

2. Escucha a tu instinto - Las personas afortunadas suelen confiar en su intuición. Mas a menudo de lo que se piensa, la voz interior que dice “hazlo” o “algo no está bien” no es magia: es intuición, muchas veces respaldada por años de experiencia y reconocimiento de patrones subconscientes. Wiseman encontró que los que se consideran afortunados, a menudo perciben esas señales sutiles, incluso cuando no pueden explicarlas.

Esto es especialmente valioso para emprendedores. No siempre es posible tener toda la información o tener una imagen clara de la situación. A veces, los emprendedores necesitan confiar en el instinto, ya sea para elegir un socio, lanzar un producto o cambiar de estrategia. Wiseman también descubrió que las personas con suerte suelen tomarse tiempo para calmar su mente—a través de la reflexión, la meditación o la reflexión del problema desde distintas perspectivas— para así poder escuchar sus señales internas.

Imagina esto: a un fundador de un startup le ofrecen una alianza que, en papel, suena extraordinario. Pero tras reunirse con el socio potencial, algo no le convence. En lugar de ignorarlo, reflexiona sobre el asunto e investiga más a fondo para descubrir que esa persona tiene un historial empresarial dudoso. Confiar en su intuición podría salvar al emprendedor de un error costoso.

3. Cree en la buena fortuna - Aquí entra en juego la mentalidad. Las personas con suerte son optimistas. Realmente creen que les van a pasar cosas buenas—y esa creencia cambia su comportamiento. Son más seguras, más persistentes y resilientes cuando algo sale mal. Cuando las personas creen en la buena fortuna, atraen la suerte y su expectativa se convierte en una profecía autocumplida. Para los emprendedores, esto puede cambiar todo el juego.  Si el emprendedor cree en su idea, incluso cuando otros no lo hagan, es más probable siga insistiendo hasta que funcione. Ese tipo de convicción es la que inspira al equipo, atrae inversionistas y transmite energía a los clientes.

Por ejemplo, un emprendedor lanza una nueva app y se fija una meta audaz: conseguir 10,000 usuarios en seis meses. La mayoría a su alrededor es escéptica. Pero su fe en el producto le impulsa a seguir interactuando con clientes, probando y promocionando versiones mejoradas de su producto. Ese optimismo alimenta un esfuerzo constante, y termina superando su objetivo.

4. Transforma la mala suerte en buena - Las personas con suerte no son inmunes al fracaso—simplemente lo manejan de otra manera. Cuando algo sale mal (como suele suceder en los negocios), no se paralizan ni se victimizan. Reformulan la experiencia, buscan el aprendizaje y se adaptan. No permiten que los tropiezos los definan—los usan como trampolín para seguir avanzando. Para los emprendedores, este principio es crucial para sobrevivir. Un lanzamiento fallido, una mala contratación o un trimestre difícil no necesariamente tiene que ser el final—bien pueden convertirse en puntos de inflexión.

Imagina esto: el lanzamiento de un nuevo producto fracasa debido a una falla técnica. En lugar de cerrar todo, el emprendedor podría optar por lo más difícil: contactar a los clientes, disculparse con transparencia y pedir honestamente retroalimentación para mejorar. Al involucrar a los usuarios en el proceso de rediseño para mejorar el producto, el siguiente intento podría convertir ese fracaso en éxito.

Por qué esto es Importante para los Emprendedores - La investigación de Wiseman le da un giro total a la idea de suerte. No es una fuerza mágica ni algo con lo que se nace—es una mentalidad y un conjunto de comportamientos. Y para los emprendedores, que constantemente navegan en la incertidumbre, este mensaje es esencial.

El camino del emprendimiento es una montaña rusa, llena de altas y bajas, cambios inesperados y caídas bruscas. Pero como muestra The Luck Factor, no tienes que dejar tu destino al azar. Al maximizar oportunidades, confiar en tu intuición, esperar buenos resultados y recuperarte del fracaso, puedes comenzar a crear tu propia suerte. Recuerda: la suerte no es solo para los apostadores o los soñadores. Es para personas como tú, que toman riesgos reales, construyen algo con sentido, lideran en medio de la incertidumbre y convierten posibilidades en resultados.

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