Está
demostrado que el 75 % de los emprendimientos fracasan antes de cumplir un año.
La pregunta es ¿por qué? Eric Ries,
autor de “The Lean Startup” dice que el problema fundamental es la forma como
los emprendedores conciben, desarrollan e introducen la idea del negocio en el
mercado.
De acuerdo
con el enfoque tradicional, los emprendimientos suelen comenzar con la elaboración
de un plan de negocios; es decir, un documento que describa la idea del negocio,
el problema a resolver, el mercado potencial, los recursos necesarios y el análisis
financiero. Básicamente, es un ejercicio de investigación, realizado en
completo aislamiento del mercado real y los consumidores.
En el 2008,
Ries introdujo una metodología con enfoque radicalmente diferente para crear y
administrar nuevos emprendimientos. Su método se basa en un ciclo interactivo
con el cliente potencial que permite convertir ideas en productos, medir su aceptación
e introducir mejoras incrementales hasta obtener el producto ideal. De acuerdo
con esta metodología, estos son los tres pasos que los emprendedores pueden
tomar para comenzar a construir un emprendimiento exitoso:
1. Encuentre
la idea del negocio
Al elegir
una idea de un emprendimiento, es importante considerar si el problema que pretende
resolver la idea del negocio es lo suficientemente atractivo como para que los
clientes quieran comprarlo. Encontrar una idea de negocio puede ser complicado,
por lo que es importante prestar atención a los problemas que enfrentan las personas
en la vida cotidiana. Queda claro que para
que el emprendimiento sea exitoso, es importante que los clientes perciban el
potencial de su producto y que estén dispuestos a comprarlo.
Ries dice
que cada emprendimiento debe verse como "un gran experimento que primero intenta
responder una pregunta: '¿Podemos construir un negocio sostenible en torno a
esta idea?', si la respuesta inmediata es positiva, el emprendedor puede poner
a prueba su idea en la práctica: enfocarse en un grupo pequeño de potenciales
clientes, agregar recursos y/o ajustes gradualmente, según la respuesta de los
clientes y finalmente lanzar el producto final.” En esta lógica, cuando el
producto está listo para su lanzamiento, ya habrá ganado un grupo de clientes,
habrá resuelto problemas reales y ofrecerá las especificaciones que el cliente requiere.
2. Desarrolle
un Producto Mínimo Viable (MVP por sus siglas en ingles)
Según Ries,
lo más importante es diseñar un ciclo de retroalimentación permanente de “construir-medir-aprender.”
El primer paso es descubrir el problema que el producto busca resolver y luego
desarrollar un producto mínimo viable (MVP) para comenzar el proceso de
aprendizaje lo más rápido posible. El MVP es un prototipo del producto que se
pone a consideración de un grupo pequeño de clientes potenciales para observar
su comportamiento, analizar sus preferencias y comentarios sobre el producto y,
actuar en consecuencia.
Para
obtener una retroalimentación más rica, Ries sugiere utilizar la técnica de las
“cinco ¿por qué?” para explorar las relaciones de causa y efecto subyacentes en
el comportamiento del cliente e introducir mejoras en el producto inmediatamente.
Cuando este proceso de medición y aprendizaje se realiza correctamente es más fácil
determinar que tan atractivo es el producto para los consumidores, que
atributos del MVP deben mejorarse, desecharse o incluso que nuevos atributos deben
ser incorporados al producto final.
3. Valide
el aprendizaje
La
validación del aprendizaje es un paso clave para construir un emprendimiento exitoso.
Sobre la base de la retroalimentación recibida en el primer ciclo, una versión mejorada
del MVP es nuevamente puesto a disposición de un grupo de clientes -usualmente
mas numeroso- para trabajar en la siguiente versión del MVP, si fuese necesario.
La información que se genera interactuando directamente con los clientes es
fundamental para tomar decisiones una de las tres decisiones siguientes:
Si los
resultados de probar el MVP en el mercado son en su mayoría positivos, el
emprendedor puede continuar “construyendo” su producto utilizando versiones
mejoradas del MVP hasta encontrar el producto ideal. Si los resultados muestran
una mezcla de aspectos positivos y negativos, el emprendedor puede concentrase
en los aspectos negativos e introducir ajustes para satisfacer mejor las
necesidades y deseos de los clientes. Si los resultados en su mayoría
negativos, el emprendedor deberá evaluar la posibilidad de introducir cambios
radicales en el producto o desechar la idea y empezar a trabajar en una nueva.
Poner a
prueba la idea de un emprendimiento desde el comienzo es esencial para evitar
fracasos en gran escala, ahorrar costos y adaptarse a las necesidades reales de
los consumidores más rápidamente. De esta manera, dice Ries “este ciclo de experimentación
y aprendizaje acorta el ciclo de desarrollo de nuevos productos, reduce dramáticamente
la incertidumbre y lanza al mercado productos que satisfacen las necesidades
reales de los consumidores”