En el volátil entorno empresarial de hoy, la incertidumbre es inevitable. Sin embargo, algunos líderes gestionan la ambigüedad con más confianza que otros, lo que los distingue de sus pares. ¿Qué hace que estos líderes destaquen en tiempos de incertidumbre? En su artículo "Cinco rasgos de los líderes que sobresalen en la toma de decisiones", David Tuckett, del MIT, identifica los siguientes rasgos esenciales que las organizaciones y las personas pueden cultivar para fortalecer su capacidad de gestionar la incertidumbre.
1. Perciben el cambio de forma positiva:
Uno de los atributos más importantes de quienes toman decisiones eficazmente es
su capacidad de ver el cambio como una oportunidad, no como una amenaza. Si
bien muchos líderes afirman aceptar el cambio, diversas investigaciones
sugieren que la mayoría ve los cambios inesperados como desafíos (problemas) que
deben gestionarse, en lugar de posibilidades (oportunidades) que deben
explorarse.
Un ejemplo convincente es el de una cadena de restaurantes con sede
en Hong Kong. El dueño del negocio tenía la sensación de que su negocio estaba
estancado y pensaba que una franquicia de repostería podría revitalizar las
operaciones. Al principio tenía muchas dudas antes de proponer este cambio al
gerente de su negocio. Al final, superando sus dudas, invito a su gerente a
visitar una cadena exitosa de repostería y compartió con él su visión de cambio.
Ambos trabajaron en los detalles de un plan e hicieron los cálculos necesarios
para encaminar el cambio que al final resultó ser un éxito. Este es un buen
ejemplo donde el líder es capaz visualizar el cambio como una oportunidad
estratégica más que una amenaza. Como resultado, el cambio resultó en una exitosa
expansión del concepto de repostería con múltiples ubicaciones.
2. Desarrollan tolerancia a la incertidumbre: La incertidumbre a menudo provoca parálisis. Tuckett refiere que,
en su investigación, el 32% de los líderes empresariales admitió sentirse
paralizado por la incertidumbre, mientras que el 42% reconoció haber postergado
decisiones importantes debido a la sensación de incertidumbre.
Los líderes que gestionan con éxito la incertidumbre adoptan un
enfoque diferente: tratan las decisiones como experimentos. Esta mentalidad les
permite monitorear el progreso, adaptarse según sea necesario y evitar el miedo
a cometer errores. Algunos lideres son incluso más cuidadosos con el lenguaje
que utilizan en situaciones de incertidumbre. En lugar se usar metáforas de
apuestas ("podría apostar que esto es así") prefieren usar terminología científica
("mi hipótesis es que...") lo cual ayuda a analizar los hechos y
tomar decisiones con mayor confianza y objetividad.
3. Aceptan el fracaso como una herramienta de aprendizaje: Los líderes que gestionan exitosamente la incertidumbre no temen al
fracaso. En cambio, lo reconocen como un componente esencial del crecimiento.
En su investigación Tuckett encontró que el 83% de los lideres admitieron que
los errores pasados los habían convertido en mejores ejecutivos a la hora de
tomar decisiones.
En algunos casos, incluso con una cuidadosa planificación, los lideres
evitan tomar decisiones o al menos lo postergan con la esperanza de que la
incertidumbre se disipe o las condiciones se vuelvan mas favorables. Como consecuencia,
la indecisión suele ser mas perjudicial que el propio fracaso. Por el
contrario, cuando el líder asume la incertidumbre como parte del proceso y las
condiciones del entorno como oportunidades de aprendizaje -en lugar de obstáculos-
los equipos desarrollan confianza y están dispuesto a asumir riesgos calculados
lo cual se traduce en mayor eficiencia en la constante búsqueda de innovación.
4. Demuestran un optimismo fundamentado: El último rasgo, y quizás el más importante, de los líderes exitoso
es su capacidad para mantener un optimismo equilibrado. En lugar de sucumbir al
miedo o al pesimismo, estas personas creen que, incluso si las cosas no salen
según lo planeado, se pueden lograr resultados positivos.
Por ejemplo, un alto ejecutivo que participo en la investigación de Tuckett,
sostiene que su mentalidad ha sido fundamental para gestionar situaciones de
alta presión. ¿Su enfoque? Aceptar la incertidumbre y dar espacio para que
surjan soluciones en lugar de obsesionarse con factores incontrolables. “En un
mundo que a menudo favorece la aversión al riesgo, cultivar el optimismo puede
ser un desafío” sostiene Tuckett. Sin embargo, de acuerdo con su investigación,
el 70% de los lideres exitosos cree que su mentalidad les ha permitido
aprovechar al máximo las oportunidades disponibles, de modo que fomentar esta
perspectiva puede ayudar a las organizaciones a promover resiliencia y la
adaptabilidad en todos los niveles de organización.
En tiempos de incertidumbre, las organizaciones pueden verse
tentadas a invertir recursos excesivos en la recopilación de información y el
perfeccionamiento de estrategias. Si bien la preparación es esencial, la
investigación de Tuckett subraya que el éxito no consiste en tener todas las
respuestas, sino en la disposición a actuar a pesar de la incertidumbre. Al
fomentar una cultura que respalde los rasgos descritos, los líderes y las
organizaciones pueden desarrollar competencias para navegar la incertidumbre
con confianza y claridad.